En un pequeño rincón del interior de Málaga, la caza ha dejado de ser sólo una actividad tradicional para convertirse en una herramienta real de conservación. La Sociedad de Cazadores “Crestagallo” de Almargen ha sido distinguida con el Premio Andalucía de Medio Ambiente a la Caza Sostenible. El motivo: un modelo de gestión que ha devuelto la vida al campo y que ahora sirve de ejemplo en toda España.
Este reconocimiento, que se entrega esta tarde en los jardines de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, no es fruto de la casualidad. Es el resultado de años de trabajo, de compromiso con el territorio y de una manera distinta de entender la caza: como parte de la solución y no del problema. Desde 2018, los cazadores de Almargen se han volcado en recuperar la perdiz roja, una especie clave que arrastra consigo a otras muchas cuando desaparece.
Un coto que todos quieren visitar
El galardón concedido por la Junta —a propuesta de la Federación Andaluza de Caza— reconoce una labor que va mucho más allá de lo cinegético. Almargen se ha convertido en uno de los epicentros del proyecto RUFA, impulsado por Fundación Artemisan y las federaciones de caza, que promueve un pacto entre cazadores y agricultores para mejorar el entorno y recuperar especies silvestres.
Y no ha pasado desapercibido: en los últimos cinco años han pasado por los acotados de la sociedad representantes políticos de todos los partidos, investigadores, universidades y periodistas. ¿Por qué? Porque los resultados son visibles. Donde antes escaseaban la perdiz y el conejo, hoy se escucha cantar a las gangas. Donde el campo parecía muerto, vuelan el águila real y el sisón común.

Cuando la caza deja huella
La clave del éxito ha sido el trabajo conjunto. Cazadores, agricultores, el guarda del coto, el Ayuntamiento de Almargen… todos remando en la misma dirección. Y los frutos están ahí: más biodiversidad, más equilibrio, más campo vivo. No es casualidad que en 2021 todos los partidos del Parlamento Andaluz firmaran su apoyo al proyecto RUFA y a la gestión cinegética de la perdiz roja como herramienta de conservación.
«Desde la Federación Andaluza de Caza siempre hemos mostrado y defendido el trabajo de la Sociedad de Cazadores de Almargen como una bandera del indivisible binomio caza-conservación», explica José María Mancheño, presidente de la FAC. «No sólo se trata de un reconocimiento más que merecido, sino que además llena de sentido y valor el premio “Caza Sostenible” al representar todos los valores y principios por los que la Junta de Andalucía convoca el galardón», ha añadido.
Un premio que da en la diana
Los Premios Andalucía de Medio Ambiente (PAMA) destacan cada año el trabajo de quienes cuidan, protegen y mejoran el entorno natural. En Almargen lo han hecho desde el puesto, en el campo y con la mirada puesta más allá de la temporada. Lo que hoy reciben es más que un premio: es una confirmación de que la caza bien hecha puede cambiarlo todo.






