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Jabalí.

El sorprendente uso del pelo de jabalí en la industria: así se aprovechaba este recurso natural

La utilidad del jabalí no se ha limitado únicamente a la carne o al trofeo. Uno de los elementos más desconocidos y a la vez valiosos de esta especie es su pelo, que a lo largo de la historia ha tenido usos muy diversos y, en algunos casos, insospechados. Por sus características físicas, especialmente su rigidez, grosor y durabilidad, el pelo de jabalí fue considerado durante mucho tiempo un material óptimo para la elaboración de productos que exigían resistencia y precisión.

Uno de los campos donde más se aprovechó fue el de la fabricación de brochas de afeitar, un artículo cotidiano durante décadas, especialmente en Europa. La capacidad del pelo de jabalí para mantener firmeza sin perder flexibilidad lo hacía ideal para aplicar jabón y levantar el vello facial antes del afeitado. Aunque hoy en día muchos de estos productos se fabrican con fibras sintéticas, las brochas de cerda natural, especialmente de jabalí, siguen teniendo un lugar destacado entre los aficionados al afeitado clásico por su comportamiento único al contacto con la piel y el jabón.

Detalle del pelo de un jabalí. © Shutterstock

Un recurso clave en la artesanía y la industria

Otro sector que aprovechó este recurso fue el de la pintura artística y decorativa. En el siglo XIX y buena parte del XX, muchos pinceles se elaboraban con pelo de jabalí, especialmente aquellos diseñados para trazo grueso o para aplicar pintura sobre superficies rugosas. También se utilizó en pinceles industriales, empleados en la aplicación de barnices, tintes y productos de imprimación, donde se requería una fibra resistente al uso intensivo.

Además, el pelo de jabalí llegó a formar parte de productos textiles y manufacturas de precisión, como ciertos cepillos técnicos empleados en instrumentos musicales, maquinaria de imprenta o limpieza de componentes electrónicos. Incluso existen referencias a su uso en herramientas quirúrgicas, donde las cerdas se integraban en dispositivos de limpieza específicos por su combinación de rigidez y suavidad.

Este aprovechamiento, que hoy puede parecer anecdótico, pone en valor una forma de entender el medio natural basada en la utilización integral del animal. Nada se desperdiciaba, y el pelo de jabalí es un ejemplo claro de cómo la caza estaba vinculada directamente a la economía rural y artesanal. En un contexto actual de sostenibilidad y recuperación de saberes tradicionales, estos us

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