Un macho de urogallo cantando

Buenas noticias para el urogallo cantábrico: la población remonta un 8% y alcanza los 209 ejemplares

La población del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus), una de las especies más simbólicas y amenazadas de la fauna ibérica, ha crecido un 8% en los últimos años. Así lo confirma el recuento realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica en 2024, que contabiliza 209 ejemplares, frente a los 191 registrados en el último censo oficial de 2019.

El dato, aunque modesto, supone un respiro para esta especie en situación crítica, que ha llegado al borde de la extinción en la Cordillera Cantábrica.

El canto del urogallo resurge en León y Asturias

De los ejemplares detectados, dos tercios se distribuyen por la provincia de León y el tercio restante habita en Asturias, en zonas como los Parques Naturales de Caso y Ponga, Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, y el concejo de Aller.

El informe también destaca un dato clave para la recuperación futura: ha mejorado la proporción entre sexos. Si en 2019 apenas el 31,5 % de los ejemplares censados eran hembras, en 2024 este porcentaje asciende al 44 %. Las hembras, como señalan los técnicos, son esenciales para el éxito reproductivo y la estabilidad de la especie.

Hábitats más favorables y cría en cautividad

El ministerio atribuye parte de este pequeño avance a mejoras en el hábitat, con actuaciones forestales orientadas a recuperar la estructura y composición vegetal idóneas para el urogallo. Además, se ha reducido la presión de depredadores como la marta (Martes martes), una medida de emergencia adoptada para proteger los escasos nidos existentes.

En paralelo, se sigue avanzando en la cría en cautividad, gracias a los centros de Valsemana (León) y Sobrescobio (Asturias). Aunque aún no se han realizado sueltas al medio natural, el ministerio prevé que las primeras reintroducciones puedan llevarse a cabo en 2026, siempre que los territorios seleccionados cumplan las condiciones necesarias para albergar a esta especie tan exigente.

El emblema salvaje de la Cordillera

El urogallo cantábrico es una subespecie endémica, única en el mundo, que en el siglo XIX ocupaba incluso parte del Sistema Ibérico y el noroeste de Portugal. Su declive ha sido tan dramático que hoy su presencia en Asturias —a pesar de ser un símbolo regional, como el asturcón— es casi testimonial.

Aun así, su recuperación se percibe como un éxito de conservación incipiente, comparable al del lince ibérico. Y su canto, cada vez más presente en los bosques cantábricos, vuelve a dar esperanza a quienes luchan por su supervivencia.

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