Tras las cabras rondeñas de Ubrique

En la Sierra de Grazalema, un rececho técnico y necesario a la cabra montesa rondeña demuestra el valor de la caza selectiva

Ubrique, Cádiz. Sierra de Grazalema. En pleno corazón de uno de los entornos más salvajes y verticales de Andalucía, arranca esta jornada de rececho de cabra montesa (Capra pyrenaica hispanica), más concretamente de la conocida cabra rondeña, una de las variantes morfológicas que habita estas sierras abruptas. Invitados por Víctor, responsable de la armería El Pinsapo, los protagonistas se adentran en la montaña con un objetivo claro: realizar una caza selectiva sobre ejemplares enfermos. Acompañados por el equipo óptico de Alpen Optics, la experiencia será también una prueba de campo exigente para estos dispositivos diseñados para recechos técnicos a larga distancia.

Un lance necesario: gestión sanitaria y rececho responsable

La acción comienza con la preparación del equipo en la armería, donde Víctor presenta el visor Alpen 2,5-15×50 con retícula iluminada y sistema FluoDigit, así como prismáticos Alpen Steady 14×42 con estabilizador de imagen, ideales para el terreno quebrado de Grazalema. A esto se suma un telescopio terrestre 20-60×80, clave para valorar correctamente los animales a distancias entre 150 y 250 metros.

Tras una dura caminata por zonas de gran desnivel, avistan un grupo de cabras en una vaguada. Víctor identifica una hembra con signos de sarna, una enfermedad contagiosa que amenaza la salud de la especie y otras silvestres. Se decide eliminarla por gestión sanitaria, y el lance, ejecutado con precisión, acaba con la cabra abatida de un disparo al codillo.

El rececho finaliza con éxito y deja una valiosa reflexión: la caza no es solo deporte o afición, también es herramienta de gestión y conservación. La cabra, una adulta de unos 6 años, presentaba inicio de sarna, confirmando la necesidad del disparo. El perro ayuda a cobrar la pieza, completando una jornada redonda.

Tecnología, tradición y territorio: la combinación perfecta

Además del valor cinegético y ético del lance, este vídeo sirve como banco de pruebas para los productos Alpen, que demuestran su eficacia en un entorno real y complicado. La nitidez, ergonomía y precisión de los visores y prismáticos marcan la diferencia, sobre todo en condiciones exigentes y con el estrés físico acumulado tras una subida de más de 600 metros de desnivel.

Una jornada de montaña auténtica, con gestión necesaria, emoción contenida y herramientas precisas. La Sierra de Grazalema vuelve a demostrar por qué es un referente para los amantes de la caza salvaje y consciente.

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