«España ha logrado revertir el declive de la tórtola europea y recuperar su población a niveles de 2011». Esa es la conclusión de la Comisión Europea, que ha comunicado oficialmente al Gobierno el cierre del procedimiento de infracción iniciado en 2019 por la insuficiente conservación de esta emblemática especie cinegética. Con este respaldo, la caza de la tórtola se ha reanudado en la media veda de 2025 bajo un modelo de gestión adaptativa, con el visto bueno de Bruselas y el aval científico del consorcio asesor.
Bruselas avala la recuperación y permite cazar
La clave ha estado en el trabajo conjunto entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y las comunidades autónomas. Gracias a su esfuerzo coordinado, el estado de la especie ha pasado de un “declive moderado” a un “incremento moderado”, lo que permite garantizar su sostenibilidad a medio plazo incluso con una caza regulada.
Entre las medidas implementadas durante estos años destacan la moratoria de caza entre 2020 y 2024, la mejora de hábitats a través de ecoesquemas de la PAC, así como convenios y estudios técnicos centrados en la dinámica poblacional y la gestión del hábitat.
Tres condiciones cumplidas para una caza sostenible
El regreso de la tórtola a los campos de caza se produce al cumplirse las tres condiciones exigidas por la Comisión Europea: un aumento poblacional durante al menos dos años, un incremento de la supervivencia que permita una tasa de crecimiento positiva y la existencia de sistemas creíbles de regulación y control cinegético. Este sistema de caza adaptativa se convierte así en un modelo pionero que conjuga conservación, gestión y aprovechamiento racional, y que puede servir de referencia para otras especies en situación de riesgo.





