Tórtola.

3.000 cazadores usan el precinto digital para volver a cazar la tórtola

La caza de la tórtola común (Streptopelia turtur) ha vuelto a España después de cuatro años de suspensión, y lo ha hecho bajo un nuevo modelo de control que busca garantizar su sostenibilidad. El Precinto Digital de Caza, desarrollado por Fundación Artemisan, ha sido estrenado por 2.857 cazadores en la primera semana de actividad, permitiendo registrar 4.273 precintos en 463 cotos de Andalucía, Extremadura, Valencia y Castilla-La Mancha. En conjunto, este sistema digital ha servido para supervisar cerca de 19.000 capturas.

Un requisito de Bruselas

La reapertura de la caza de la tórtola estaba supeditada a tres condiciones impuestas por la Unión Europea: demostrar un aumento poblacional durante al menos dos años, lograr una mayor tasa de supervivencia y poner en marcha un método fiable de control de capturas. España ha cumplido con todas ellas, motivo por el cual la Comisión Europea ha cerrado el procedimiento de infracción que mantenía abierto desde 2019.

El sistema digital no solo cumple con las exigencias europeas, sino que también ha generado confianza entre cazadores y administraciones. Su implantación ha venido acompañada de más de 30 charlas presenciales en 21 provincias y formaciones online, con la participación de más de 1.100 asistentes entre cazadores, titulares de cotos y agentes de la autoridad.

Apoyo y primeras experiencias

Durante la primera semana de funcionamiento real, Fundación Artemisan resolvió más de 730 dudas técnicas mediante teléfonos de información, un canal de WhatsApp y correo electrónico. Los materiales divulgativos —manuales, guías y vídeos— han sido clave para facilitar la adaptación de los usuarios a un sistema que marca el futuro de la gestión cinegética.

En paralelo, se han despejado las dudas sobre la privacidad de los datos. Artemisan ha subrayado que las comunidades autónomas son las únicas responsables de su tratamiento. La fundación actúa exclusivamente como soporte tecnológico y está obligada a destruir los datos en un plazo máximo de seis meses, quedando archivados por la administración correspondiente.

La vuelta de la tórtola con el Precinto Digital supone un paso de enorme trascendencia para el sector cinegético español. No solo se trata de volver a disfrutar de una especie emblemática, sino de hacerlo con un modelo de gestión que garantiza a Europa y a la sociedad que la caza puede ser sostenible, transparente y plenamente compatible con la conservación.

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