Una cacería al límite: recechando osos pardos con arco en la salvaje Kamchatka
Un viaje al corazón de la naturaleza más indomable, donde el depredador no siempre es el hombre. Así arranca esta sobrecogedora aventura cinegética en la península rusa de Kamchatka, un santuario remoto plagado de osos pardos (Ursus arctos), documentada en el canal de GarciMonte.
Pioneros con arco en la tierra de los gigantes
En pleno agosto, cuando los salmones remontan los ríos para desovar, los osos abandonan las alturas para alimentarse en los cauces. Es el momento perfecto para recechar. El protagonista se convierte en el primer arquero autorizado en cazar en esta región, donde la caza con arco acaba de ser legalizada. Sus guías locales, acostumbrados a rifles, apenas comprenden la eficacia letal de una flecha bien colocada.
Los desafíos no tardan en aparecer. El motor del bote se avería y limita la movilidad, y la vegetación cerrada aumenta el riesgo: los encuentros serán a menos de 30 metros, sin margen para errores.
Encuentros a quemarropa y decisiones críticas
Durante varios días, el equipo se adentra en la tundra y los cauces salmoneros, acumulando avistamientos de hasta cuatro osos por jornada, muchos a distancias de entre 20 y 40 metros. En un momento tenso, se encuentran a tan solo 4 metros de un ejemplar sin ningún obstáculo de por medio. Deciden no disparar: no vale arriesgar vidas por un mal ángulo.
Las emociones se suceden. El protagonista describe cómo el cazador, fuera de su lugar en la cadena trófica, convive con una amenaza real, una sensación que redefine lo que significa estar en contacto con la naturaleza salvaje.
El último día, el gran lance
Tras 15 jornadas sin éxito, el último día llega el lance: un oso de tamaño medio, pero a una distancia inferior a 30 metros, recibe un disparo preciso con el arco PSE Mach 33ds, un prototipo de alta gama que firma su tercer animal. La emoción es evidente: piel erizada, adrenalina a flor de piel, y una sensación de respeto profundo hacia el animal abatido.
Reflexión final: caza como gestión y respeto
El vídeo cierra con un emotivo homenaje a la caza responsable. Se analiza la carne del oso y se advierte sobre la alta carga parasitaria, que requiere una cocción precisa. También se subraya el papel del cazador como gestor de poblaciones, vital en zonas donde la presión del oso sobre los asentamientos humanos va en aumento.
Finalmente, los protagonistas presentan su nuevo proyecto de cuchillos de caza “Skinner”, fabricados por y para cazadores, y reflexionan sobre la necesidad de preservar la imagen de la caza como una forma de vida respetuosa, exigente y profundamente conectada con la naturaleza.