Montería en El Gavilán

Una montería bajo fuego… del sol

Una jornada marcada por la ilusión, el calor sofocante y los lances inesperados. Así comienza una nueva temporada para los aficionados de Caza Española, que en esta ocasión se trasladan a la finca El Gavilán, en Retamal de Llerena (Badajoz). Un entorno agreste de 350 hectáreas que, aunque no destaca por la calidad de los trofeos, promete emoción a raudales por la alta densidad de animales. A pesar de las temperaturas extremas —rozando los 33 grados—, los cazadores no se rinden: hay ganas de monteo y, sobre todo, de compartir momentos que quedarán grabados en la memoria… y en vídeo.

Un estreno con nombre propio: El Gavilán

En esta montería de principios de temporada, organizada por un nuevo grupo de jóvenes entusiastas de la caza mayor, los protagonistas no son solo los animales, sino también los cazadores y realeros que, con esfuerzo, afrontan una jornada especialmente exigente. Ricardo, uno de los impulsores de esta nueva orgánica, cuenta cómo desde niño fue seducido por la caza y ahora debuta con su equipo en este emocionante reto.

El planteamiento es claro: cupo de dos machos y una hembra de muflón (Ovis orientalis musimon) por puesto, con el jabalí (Sus scrofa) libre. Las rehalas se sueltan pronto para evitar el castigo del sol. No tardan en sucederse los lances, aunque las primeras oportunidades se pierden entre nervios y distancias largas.

El disparo más largo… y certero

Uno de los momentos más intensos llega de la mano de Rubén, que protagoniza un lance de esos que no se olvidan: tras divisar un buen ejemplar de muflón a más de 350 metros, se apoya con el trípode, ajusta el tiro y dispara con su Mauser M18 del calibre .30-06. El disparo es tan certero que el animal cae seco, pero el retroceso del arma le abre una brecha en la frente. Pequeño precio a pagar por un lance que quedará para el recuerdo.

La jornada continúa con más lances y esfuerzo bajo un sol implacable. Los perros y realeros lo dan todo, demostrando su compromiso incluso en condiciones adversas. A pesar del calor, 19 de los 21 puestos logran hacer su cupo, confirmando el buen planteamiento de la organización y la riqueza cinegética de la finca.

Más que trofeos, recuerdos

Aunque el calor impidió grabar el plantel completo —por necesidades sanitarias de refrigeración—, la jornada deja un balance más que positivo: 5 venados (Cervus elaphus), 13 muflones y varios jabalíes completan una montería que, más allá de los números, destaca por su ambiente, sus historias personales y el compromiso de quienes la hicieron posible.

Una montería donde lo importante no fue sólo lo que se cazó, sino cómo se vivió: con pasión, respeto y el deseo de seguir compartiendo esta forma de vida. En El Gavilán, el verdadero trofeo fue, sin duda, la experiencia.

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