Corzos de alta montaña, tiros imposibles y emociones a flor de piel en uno de los capítulos más épicos de la serie «Los 9 de España»
Una caza en las nubes, al límite de lo posible. En este segundo capítulo de la serie Los 9 de España, los hermanos LZB se enfrentan a uno de los mayores desafíos de la temporada: el rececho del corzo (Capreolus capreolus) en los Pirineos catalanes. Un coto virgen durante toda la temporada y situado a más de 1.700 metros de altitud es el escenario de una jornada donde los tiros largos y la emoción van de la mano.
Un entorno salvaje que obliga a tirar lejos
Desde el primer momento, el vídeo deja claro que aquí no hay lugar para la improvisación. El terreno escarpado, la vegetación densa y los desniveles brutales obligan a tirar muy lejos o no tirar. Localizan un primer corzo a más de 600 metros. A pesar de usar un rifle con torreta balística y óptica adaptada, el disparo no impacta por escasos centímetros. La tensión es máxima. Se intenta una segunda oportunidad a 750 metros, pero el animal se escapa.
El lance que queda para siempre
Tras el fallido intento inicial, llega la recompensa. Uno de los hermanos logra abatir un primer corzo a larga distancia, culminando un lance muy técnico y grabado con esfuerzo pese al temblor de la cámara. La tensión acumulada se transforma en una explosión de alegría.
Pero aún quedaba el plato fuerte. El segundo disparo, ejecutado a 500 metros exactos, se convierte en el más largo y preciso de su vida. El corzo cae limpio. El vídeo recoge la adrenalina del momento, los abrazos y la emoción compartida con el equipo. Joel, joven ayudante y cámara del grupo, logra grabar todo con pulso firme. Es una escena que define la caza de alta montaña en su máxima expresión.
Caza con cabeza y corazón en terreno extremo
Lejos de buscar tiros largos por capricho, los cazadores explican que el entorno pirenaico lo exige. En estas zonas, acercarse a menos de 200 metros es imposible sin perder visual. Por eso, la preparación, el conocimiento técnico y la ética son claves. Este capítulo no solo muestra el resultado, sino también la dificultad real y el respeto que implica cada lance.
