Medio siglo de caza, conservación y vida en la sierra riojana
Una historia que late entre ciervos, corzos y cumbres escarpadas. El documental «La Reserva de Cameros-La Demanda: 50 Años», publicado en el canal de ARDESA CAZA TV, recorre cinco décadas de evolución, gestión y compromiso con la caza sostenible en uno de los enclaves cinegéticos más emblemáticos de España: la Reserva Regional de Caza Cameros-Demanda, en La Rioja.
Un relato que va más allá del trofeo y que sitúa a la caza como herramienta clave de equilibrio ecológico, desarrollo rural y conservación de la biodiversidad.
Un modelo pionero de gestión cinegética
El documental arranca explorando los orígenes de la reserva, creada en los años 70 con el objetivo de frenar la pérdida de fauna silvestre y ordenar el uso cinegético de manera racional. Desde entonces, Cameros-La Demanda se ha convertido en referente nacional de gestión cinegética, donde la regulación de especies y el control del hábitat son esenciales para mantener poblaciones sanas y un ecosistema equilibrado.
Se explica cómo el modelo riojano combina ciencia, territorio y tradición: cupos ajustados, seguimientos poblacionales, selección de trofeos y compatibilidad con otros usos del monte, como la ganadería extensiva o el senderismo.
Biodiversidad salvaje en su estado más puro
La cámara se adentra en los valles y cumbres donde ciervos (Cervus elaphus), corzos (Capreolus capreolus) y jabalíes (Sus scrofa) conviven en libertad. Se muestran imágenes únicas del comportamiento de estas especies, su adaptación a las estaciones y su papel dentro de un ecosistema que cambia con el clima y la presión humana.
El valor cinegético va de la mano del valor ecológico. La presencia de especies emblemáticas favorece la vigilancia del territorio y genera datos clave para la conservación. Cada lance en esta reserva tiene detrás un proceso de evaluación técnica, y cada cazador, un compromiso con la sostenibilidad.
Territorio vivo gracias a la caza
Uno de los ejes centrales del documental es el impacto socioeconómico positivo de la reserva en los pueblos de la zona. La actividad cinegética ha generado empleo local, ha fomentado el turismo rural y ha mantenido viva la cultura del monte. Desde guías, celadores y gestores hasta alojamientos, bares y empresas de servicios, toda una economía depende de la buena salud de esta reserva.
Además, se pone en valor la colaboración entre instituciones públicas, asociaciones de cazadores y entidades conservacionistas, un modelo de trabajo conjunto que ha permitido que esta reserva cumpla 50 años siendo un ejemplo de equilibrio entre aprovechamiento y protección.
Mirando al futuro con responsabilidad
El documental no rehúye los desafíos actuales: cambio climático, despoblación rural, presión turística y envejecimiento del colectivo cazador. Pero también lanza un mensaje de esperanza. Con nuevas estrategias de adaptación, políticas activas de repoblación y educación ambiental, la reserva tiene futuro si seguimos cuidándola entre todos.