Tres montañas, tres cabras, una sola pasión
Los hermanos Garoz, conocidos en el mundo cinegético por su trabajo como taxidermistas y cineastas, firman un documental imprescindible para todo amante de la caza de alta montaña: HISPÁNICA – SPAIN IBEX. En poco más de 30 minutos, nos sumergen en una travesía apasionante tras las tres principales subespecies de cabra montés (Capra pyrenaica) que habitan en la península ibérica. Una producción sobria, naturalista y auténtica, que pone el foco en la belleza del entorno, el respeto por el animal y las dificultades reales del rececho en la roca.
Tres escenarios salvajes, tres formas de resistir
La ruta comienza en la mítica Sierra de Gredos, hogar de la emblemática Capra pyrenaica victoriae, fácilmente reconocible por sus cuernos gruesos y curvados. En este paraíso granítico, los Garoz se enfrentan a condiciones climatológicas exigentes y a una orografía que pone a prueba cuerpo y mente. Cada paso entre piornos y pedrizas tiene sabor a historia cinegética.
Desde allí, el viaje se traslada a los Puertos de Beceite, donde reina una subespecie más estilizada, también del grupo hispanica, pero con cuernos más abiertos y dirigidos hacia afuera, perfectos para moverse entre riscos abruptos y barrancos interminables. El rececho aquí exige más que puntería: exige visión, estrategia y saber leer cada sombra.
La última parada es la desafiante Sierra Nevada, donde la cabra montés ha desarrollado un patrón único de cornamenta: cuernos que se elevan y se curvan hacia atrás, adaptados a los fuertes desniveles de esta montaña que combina roca, nieve y cielo. Aquí, el viento puede cambiarlo todo, y el cansancio es una constante.
Una oda visual a la caza de montaña
El documental huye de artificios. No hay efectos ni sobreproducción. Solo monte, luz natural, respiraciones contenidas y disparos bien pensados. La caza se muestra como es: ética, difícil, paciente. El espectador no solo acompaña a los Garoz en su camino, sino que se sumerge en el alma de cada escenario, en el esfuerzo detrás de cada lance y en la emoción contenida tras cada encuentro.
Los planos abiertos, las secuencias pausadas y los silencios oportunos convierten este trabajo en una pieza valiosa tanto para el cazador experimentado como para el amante de la naturaleza. La producción transmite un mensaje claro: conocer y conservar es también cazar bien.