Gansos en México

Pedro Ampuero, uno de los cazadores más reconocidos a nivel internacional, vuelve a demostrar por qué su nombre es sinónimo de pasión, técnica y aventura. En este espectacular episodio grabado en tierras mexicanas, Pedro se enfrenta a un nuevo reto: conseguir el «Geese Slam» en una sola jornada. El objetivo es tan ambicioso como emocionante: abatir varias especies diferentes de gansos salvajes en el mismo día, en uno de los países más dinámicos para la caza de aves acuáticas.

Acción trepidante, técnica depurada y un entorno privilegiado

El vídeo nos sumerge en los llanos húmedos y abiertos del norte de México, donde la caza de gansos se convierte en una experiencia vibrante. Desde los primeros minutos, se aprecia la intensidad del vuelo, la abundancia de bandos y la espectacularidad de los lances. Pedro, acompañado por un equipo local experto, despliega montajes de cimbeles con precisión milimétrica, usa reclamos con maestría y se enfrenta a cada entrada con esa mezcla de templanza y reflejos que solo dan los años de experiencia.

Durante la jornada, el vídeo muestra una combinación perfecta de caza técnica y acción trepidante, con múltiples disparos certeros, ajustes de estrategia en función del viento y especies que van sumándose al contador. Todo ello bajo una atmósfera de compañerismo, esfuerzo compartido y respeto absoluto por las especies y el entorno.

Un reto cumplido con excelencia

Conforme avanza el día, Pedro Ampuero va tachando una a una las especies que componen este particular «Slam». Desde el ganso de collar (Branta canadensis) hasta el ganso de nieve (Anser caerulescens), pasando por ejemplares menos comunes, cada lance es una historia distinta. El vídeo no solo documenta el éxito cinegético, sino que transmite la emoción real del cazador cuando sabe que está viviendo un día irrepetible.

Más allá de los tiros, el contenido pone en valor la biodiversidad cinegética de México, uno de los grandes destinos mundiales para los amantes de la caza menor y migratoria. La calidad de las imágenes y el ritmo narrativo hacen de este vídeo una pieza que se disfruta tanto por su valor documental como por la pasión que Pedro sabe imprimir en cada proyecto.

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