El Auditorio de los Desamparados de Aguilar de la Frontera acogió la clausura de un proyecto europeo que ha dejado huella en el campo andaluz. La alcaldesa Carmen Flores, el director de Fundación Artemisan Luis Fernando Villanueva, el investigador Gonzalo Varas, representantes de la Federación Andaluza de Caza, agricultores locales y la Sociedad de Cazadores Peña El Coto coincidieron en un mensaje común: el olivar puede ser productivo y, al mismo tiempo, refugio para la fauna.
Framework se ha desarrollado en unas 350 hectáreas de olivar, con dos zonas diferenciadas: una experimental, donde se implantaron cubiertas vegetales diversas, y otra de control, gestionada con técnicas intensivas tradicionales. La combinación de refuerzos de semillas —con resultados destacados en el uso de restos de matalauva— y el mantenimiento de la vegetación espontánea permitió crear un mosaico vegetal que favoreció insectos polinizadores, aves y especies cinegéticas.
Resultados tangibles y replicables
Durante el proyecto se realizaron censos de vegetación, pájaros e insectos, además de tres seguimientos anuales de especies cinegéticas y rapaces. Los datos reflejan un aumento en la diversidad y abundancia de fauna, junto a una drástica reducción de la erosión sin que la producción agrícola se viera afectada.
Más allá de los resultados ecológicos, el impacto social ha sido determinante. Agricultores de zonas vecinas han mostrado interés en replicar el modelo, alentados por jornadas divulgativas, visitas técnicas y la participación de estudiantes y representantes políticos. Framework ha demostrado que el olivar no tiene por qué ser sinónimo de monocultivo, sino de productividad equilibrada con biodiversidad.
Un ejemplo para el futuro del olivar
El proyecto se ha consolidado como un referente internacional dentro de los once pilotos europeos de agricultura sostenible. Con el liderazgo de Fundación Artemisan y la implicación directa de agricultores y cazadores, Aguilar de la Frontera se ha convertido en un laboratorio vivo que marca el camino hacia un olivar donde la rentabilidad y la vida silvestre no son incompatibles.
Framework cierra una etapa, pero abre un horizonte inspirador: que el olivar español sea ejemplo mundial de sostenibilidad, biodiversidad y equilibrio.