Entre batidas y monterías | Ep. 5 Montería social en Cañadillas

Montería en Las Cañadillas: ejemplo de gestión cinegética pública y sostenible

Una jornada ejemplar en uno de los cotos sociales más emblemáticos de España. Así arranca el capítulo 5 de Entre batidas y monterías, en el que nos adentramos en el monte público de Las Cañadillas, en Sevilleja de la Jara (Toledo), para asistir a la última montería de la temporada. No se trata de una batida cualquiera: este enclave ha sido reconocido con el certificado FSC, el primero en Europa que acredita una gestión forestal y cinegética sostenible en un coto social.

Un ecosistema privilegiado al servicio de la caza responsable

El monte de 2.900 hectáreas se extiende en plena sierra toledana, dentro de una zona LIC, ZEPA y ZEC, y sirve de hábitat a especies protegidas como el águila imperial (Aquila adalberti), la cigüeña negra (Ciconia nigra) o el lince ibérico (Lynx pardinus). Aquí la caza no solo es compatible con la conservación, sino imprescindible para ella. La sobrepoblación de ciervas se controla mediante monterías públicas cuidadosamente planificadas, con criterios técnicos, cupos regulados y altos estándares de seguridad.

Cazadores protagonistas de una gestión ejemplar

Acompañamos a Manuel Donaire, veterano cazador que vuelve ilusionado tras años difíciles, y también al equipo de gestión liderado por Ángel Aurelio, figura clave en la certificación FSC. Desde los sorteos de puestos hasta la recogida de reses, el capítulo ofrece una visión detallada del funcionamiento de estas monterías sociales de Castilla-La Mancha, con especial énfasis en el papel activo del cazador como gestor del medio.

Organización impecable, seguridad máxima

Los puestos se distribuyen respetando estrictamente la visibilidad y los ángulos de tiro. Se vela por la seguridad con protocolos firmes, y se recuerda a todos los participantes la necesidad de priorizar el abatimiento de hembras para equilibrar la población. Incluso se incentiva a quienes colaboren con este objetivo.

Relevo generacional y valor social

El episodio también plantea una reflexión sobre el futuro: ¿por qué no recuperar la figura del acompañante joven en monterías sociales para fomentar la afición desde la infancia? La iniciativa, eliminada por razones de seguridad, podría repensarse con fórmulas viables que mantengan el control sin perder oportunidades de educación cinegética.

Cierre con éxito y emoción

La jornada concluye con buenos resultados, un ambiente extraordinario y testimonios que subrayan la eficacia del modelo social frente al privado. Los cazadores destacan la organización, rapidez logística, seguridad y valor humano de este tipo de monterías, que permiten disfrutar de la caza sin elitismo y con sentido de pertenencia a una comunidad.

Compártelo

Relacionadas

Scroll al inicio