Entre batidas y monterías | Ep. 2 Batida en Quintinencal

En el corazón de la colla: una batida catalana con alma familiar y rifle Merkel Helix

Una jornada en las entrañas del monte catalán. Así arranca el segundo capítulo de «Entre Batidas y Monterías», rodado en San Quintín (Barcelona) con la colla de Hermes Rodríguez como protagonista. El documental nos abre las puertas de una batida tradicional donde se respira autenticidad, compañerismo y amor por la caza social. Todo, con el Merkel Helix como rifle de cabecera y bajo la mirada ilusionada de Queralt, la hija de Hermes, de solo 11 años.

Una cacería donde la caza es solo una parte del todo

La jornada empieza la víspera, con los cazadores reunidos en una casa rural, compartiendo mesa, brindis y anécdotas. Hermes explica cómo se organiza la batida: 11 postores, dos barrancos, rotación de perros y una logística para más de 180 personas, entre cazadores, secretarios y realeros. La pasión por la caza queda patente en cada conversación, y el relevo generacional aparece encarnado en Queralt, que sigue a su padre con admiración.

Seguridad, ética y respeto: las reglas de la colla

Antes de comenzar, Hermes da una charla clara y contundente: todas las posturas están marcadas, el chaleco reflectante es obligatorio, y los tiros deben enterrarse siempre. Solo se puede disparar a jabalíes y corzos (macho o hembra), y se enfatiza la necesidad de ayudar a los compañeros al final de la jornada.

La mancha: monte duro y espeso donde manda el jabalí

Una vez en los puestos, el equipo emplea un Merkel Helix en calibre 7 mm, con punto rojo y munición Hornady Superformance, ideal para disparos entre 60 y 80 metros. Se utilizan collares GPS para rastrear a los perros y organizar las batidas con precisión. Las primeras ladras animan el ambiente y pronto se suceden los lances: jabalíes cruzando barrancos, corzos encamados, perros entregados.

Lances, errores y enseñanzas

Aunque algunos disparos no se culminan, se abaten varios cochinos y un par de corzos, y se viven momentos intensos. Un lance en especial sirve para reflexionar: un disparo impacta en un tronco y rebota, alcanzando finalmente al animal. Una situación que subraya la importancia de la seguridad balística y la prudencia en el monte.

Más que caza: comunidad, valores y orgullo rural

El vídeo concluye con una emotiva reflexión: la caza no es solo abatir piezas, sino conversar en el desayuno, compartir el puesto con los tuyos y cuidar de los perros como parte de la familia. El equipo de rodaje se despide con un nudo en la garganta y el corazón lleno, recordando que la calidad humana siempre está por encima de la cantidad de capturas.

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