El macho del barranco

Un disparo a 253 metros, una bajada al límite y un equipo de alta montaña: así se vive un rececho con corazón en las cumbres de Castellón

La caza de alta montaña no se mide en metros, sino en pulsaciones. Desde la primera imagen, este vídeo nos sumerge en una aventura vertical junto a Juanjo Fidalgo y su padre, dos apasionados del rececho que comparten una experiencia única entre los barrancos escarpados del interior de Castellón.

En busca del rey de la sierra: un rececho técnico en pleno celo

La jornada arranca con una noche de insomnio, cargada de expectativas. En pleno mes de diciembre y con un clima cambiante que altera los patrones del celo del macho montés (Capra pyrenaica), Juanjo y el equipo de Jara y Sedal se lanzan al rececho a más de 1.600 metros de altitud.

El terreno es duro, con vegetación densa, cortados imposibles y pasos de roca que esconden grandes machos. Las primeras observaciones permiten valorar varios ejemplares jóvenes, pero no lo suficientemente maduros. Con la ayuda del telescopio ATC de Swarovski Optik, Juanjo descarta un buen ejemplar aún por desarrollar y continúa la búsqueda, sabiendo que la paciencia es la mejor aliada del cazador de montaña.

Un lance milimétrico en el momento justo

El guía Jorge los conduce a un hondo barranco, donde el atardecer puede deparar una oportunidad. Tras observar un grupo de hembras sin macho, una figura entre los pinos activa todas las alertas. El macho es bueno, está encelado y la distancia —253 metros— es la justa. Juanjo mide con sus prismáticos con telémetro y GPS incorporados, y encara con su visor Swarovski Z5 5-25×52. El disparo es certero.

Pero la aventura no termina ahí: toca descender por una garganta abrupta, sin apenas luz y con riesgo real de perder la pieza. Gracias a la función de geolocalización del visor, Juanjo puede marcar el punto exacto del impacto y llegar sin errores hasta el animal abatido. Una funcionalidad que en la montaña puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Tecnología al servicio del cazador exigente

El vídeo también pone en valor la capacidad del equipo Swarovski: ligereza, aumento progresivo de hasta 40x, precisión óptica y herramientas integradas de medición y localización que transforman cualquier rececho técnico en una experiencia eficaz y segura.

Una caza limpia, medida, intensa y muy física, protagonizada por un joven cazador con experiencia, un entorno exigente y una óptica que responde donde otras no llegan. Castellón vuelve a demostrar por qué es una de las mecas del macho montés en España.

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