El estreno soñado de un Blaser K95: un lance de jabalí que lo tuvo todo
Una ilusión cumplida, una historia redonda. Así arranca el vídeo titulado «Blaser k95 Stutzen – El Estreno Soñado», donde el autor relata cómo fue el primer disparo con su nuevo rifle Blaser K95, un arma que simboliza una forma de entender la caza: clásica, sobria, eficaz.
La acción transcurre en primavera de 2023, en una zona de esperas frecuentada por corzos. Pero quien aparece no es un duende, sino un verraco enorme, de esos que hacen temblar las piernas. Todo estaba por estrenar: el rifle, el visor y una ilusión que se respiraba en el ambiente. Acompañado por su amigo Adrián, el cazador espera entre robles hasta que un golpe de viento delata su presencia ante el animal. El jabalí arranca a la carrera, pero el cazador está preparado: apunta con el K95 y dispara.
Un disparo que siembra dudas
Aunque el autor cree haber acertado, el cochino se pierde en el monte. No hay sangre aparente. La incertidumbre le acompaña hasta que, tras una larga búsqueda, aparece un rastro mínimo: una pizca de músculo en unas hojas que renueva la esperanza.
Decide regresar al día siguiente con su perra Candela y su padre, iniciando un rastreo metódico que culmina con el hallazgo del animal abatido. El disparo, realizado con una bala RWS Speed Tip Pro de 140 grains en calibre .270, había atravesado completamente al animal, que quedó tendido a unos 30 metros del punto del lance.
Un estreno redondo
El jabalí es un ejemplar extraordinario, «como un oso», en palabras del protagonista. El momento es perfecto: rifle nuevo, compañía familiar, perro en su primer rastro exitoso, y un lance inolvidable. El disparo, a última hora del día con poca luz y a apenas 30 metros, fue certero y eficaz, dejando claro el rendimiento del Blaser K95.
Más que un rifle, una filosofía
A lo largo del vídeo, el autor explica su predilección por los rifles Stutzen, con cañón corto y estética europea: ligeros, manejables y precisos, perfectos para rececho. El rifle ha sido personalizado por Sánchez Joyeros y se convierte en una prolongación de su forma de vivir la caza.
Un final sincero y agradecido
La emoción se desborda en los últimos minutos. El autor agradece a sus seguidores y resume su experiencia con una frase que lo dice todo:
«Soñé mil noches con esto, pero nunca pensé que la realidad superaría mis deseos».