El corzo raro de Guadalajara

El corzo que nadie esperaba

La fiebre del corzo no entiende de modalidades ni de trayectorias. En este vídeo publicado en YouTube, Rafa Carrillo, cazador habitual de aguardos nocturnos al jabalí, se enfrenta a un rececho a corzo (Capreolus capreolus) en los montes de Sacedón, al oeste de Guadalajara, estrenando su nuevo rifle Bergara B14 Wilderness Thumbhole Carbon, un modelo ligero y ergonómico, ideal para este tipo de caza activa en terreno quebrado.

Abril marca el inicio de la temporada en buena parte del país, y aunque el entorno —con vertientes de solana, umbrías y zonas de labor— es ideal, el calor fuera de época y el viento del norte complican el lance desde el primer momento. La jornada comienza con altas expectativas, pero a medida que avanza el día, la frustración crece: ni un corzo a la vista, solo ladridos lejanos, ciervas inquietas y mucho terreno por cubrir. El primer intento acaba sin resultado.

De la desesperación al éxito: un disparo rápido con sabor a verdad

El segundo día amanece con renovada esperanza, pero sin corzos. El equipo se enfrenta al desgaste físico y mental del rececho: el calor, los cambios de ubicación constantes y la dificultad de grabar sin espantar a los animales elevan la tensión. Rafa incluso baraja dejarlo para la tarde… hasta que, sin previo aviso, un macho aparece a muy corta distancia entre los pinos.

No hay tiempo para pensar. El animal, un corzo viejo y raro, con una cuerna asimétrica, se detiene un instante, movido por la curiosidad. Rafa reacciona, apunta y dispara. El tiro, aunque no perfecto, es efectivo. El animal cae. La emoción se desborda.

El corzo, según el propio Carrillo, tiene entre cuatro y cinco años, muestra claros signos de vejez y una de esas imperfecciones que enamoran a los verdaderos apasionados de la especie. Más allá del trofeo, lo que cuenta es el lance: un momento salvaje, impredecible y auténtico, fruto del esfuerzo y la persistencia.

El Bergara cumple, el corzo impresiona y la caza emociona

El Bergara B14 Wilderness se comporta con solidez y comodidad durante todo el rececho. Rafa destaca su ligereza y precisión, especialmente útil en largas caminatas y disparos inesperados. Y aunque el trofeo no es el típico representativo, sí es uno de esos que se graban en la memoria del cazador por su rareza y por el modo en que se consiguió.

Este rececho resume a la perfección el alma de la caza del corzo: dureza, incertidumbre y recompensa. Por eso esta especie se ha convertido en una de las más valoradas por los cazadores españoles. Porque cuando aparece, cuando se cuadra, cuando se deja, todo lo anterior cobra sentido.

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