Días de Montería #2 | El Capitán

«El Capitán»: una jornada de caza salvaje en el corazón de Extremadura

Tradición, respeto y liderazgo en una montería que honra la figura clave del monte español.

En el segundo capítulo de Días de Montería, el equipo de Cazaflix viaja hasta Torrejón el Rubio, en plena provincia de Cáceres, para adentrarse en el alma de una de las figuras más respetadas del monte: el capitán de montería. Una jornada auténtica, con caza en abierto, jabalíes, venados y gamos en movimiento, pero sobre todo con una lección clara: sin capitán no hay montería.

Alberto y Samuel Muñoz, herederos de una pasión con mayúsculas

Los protagonistas de la jornada son Alberto y Samuel Muñoz, capitanes de la cacería y responsables de guiar cada decisión en el campo. Desde el cierre de la mancha hasta el arbitraje de conflictos, pasando por la seguridad, la colocación de las armadas o la ética cinegética, su liderazgo es el pilar sobre el que se construye todo. Antes de la suelta, rezan un Padre Nuestro y se encomiendan a la Virgen de la Cabeza, manteniendo viva una tradición ancestral que aún perdura entre monte y jaral.

Dos manchas con historia y un puesto en el corazón del monte

La acción transcurre entre las manchas de Peñajara y Cabeza el Caballo, caracterizadas por su orografía llana y vegetación escasa, lo que exige una estrategia de cierre impecable para contener las reses. El narrador ocupa un puesto de traviesa, con visibilidad total y la expectativa de vivir momentos intensos.

Los primeros tiros no se hacen esperar. Una reala echa a un enorme jabalí herido que, con las crines erizadas y las navajas preparadas, intenta resistir. Finalmente, el animal cae en cumplimiento de la ley de la primera sangre, norma sagrada de la montería española que otorga la pieza al primer cazador que la hirió.

Un rifle a la altura de la tradición

Para esta cacería se emplea el Browning BAR 4X, un rifle semiautomático en calibre .300 Winchester Magnum, montado con visor Kite Optics. Rápido, fiable y perfectamente adaptado a las exigencias de la montería ibérica, este equipo demuestra su eficacia en tiraderos limpios y distancias variables.

La montería como cultura colectiva

Más allá de los lances, la jornada ofrece un retrato completo de la caza en abierto como patrimonio vivo: respeto entre cazadores, aprovechamiento de la carne, coordinación con los postores, y sobre todo, orgullo por una forma de cazar que no necesita artificios. Más de 40 animales entre venados, gamos y jabalíes se cobran en una montería marcada por la nobleza, la camaradería y la pasión compartida.

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