Espera de jabalí con rifle y arco en el sur peninsular: tecnología térmica, alta montaña y un desenlace inesperado
Ha entrado julio en esta sierra del sur de la Península, un paraje de más de 1.200 metros de altitud donde los días abrasan, pero las noches siguen exigiendo chaqueta. Es en ese momento, bajo la luna y con las últimas luces extinguiéndose sobre las laderas, cuando arranca esta espera al jabalí (Sus scrofa), una modalidad que combina sigilo, estrategia y tecnología punta.
Equipamiento al máximo nivel: rifle, arco y visión térmica
La jornada nos sitúa en un entorno típico de monte mediterráneo en altura, donde se desplegarán varias esperas con rifle y arco, además de utilizar lo último en tecnología térmica y de fototrampeo de Hikmicro, y ropa técnica Swedteam, preparada para responder a las oscilaciones térmicas que se dan en plena ola de calor.
El protagonista de esta jornada es sin duda el monocular térmico HIKMICRO FALCON FQ50, una herramienta revolucionaria que cuenta con un sensor de alta resolución y un NETD inferior a 20 milikelvins, lo que le permite detectar y resaltar pequeñas diferencias térmicas incluso cuando rocas, suelos y vegetación están todavía calientes tras todo el día al sol. En condiciones veraniegas, este contraste es clave para distinguir bien la silueta del jabalí.
Esperar en silencio, acertar en el momento
Rubén, el cazador, no apaga nunca el monocular: lo deja en modo suspensión, optimiza sus 5 horas de autonomía y lleva una segunda batería encima, con lo que asegura 10 horas de uso efectivo. Desde su puesto elevado, la escena se desarrolla con la precisión de un reloj: el silencio, el análisis del entorno, la brisa que cambia, y la tensión que crece cuando el aparato empieza a detectar actividad a lo lejos.
Gracias al FQ50, no solo se detecta la entrada del animal con tiempo suficiente para prepararse, sino que además se distingue claramente su posición y dirección, a pesar del calor residual del entorno. El monocular permite una lectura nítida, incluso a distancia, algo imposible con la vista desnuda en estas condiciones.
Un final bajo la luna que nadie esperaba
Como ocurre a menudo en este tipo de caza, el desenlace no es el que se preveía. La combinación de tecnología, intuición y respeto por el entorno hace que esta espera, más que un simple lance, sea una experiencia profunda y completa, donde no siempre lo importante es disparar, sino entender al animal y al monte.