La historia de un jabalí imposible: así empieza la caza del Alpha

Una espera con raíces familiares y una obsesión bajo la luna

La noche cae en la sierra y Rubén, protagonista de esta serie documental de Jara y Sedal y Cazaflix, se enfrenta por fin al jabalí al que lleva meses siguiendo: un animal viejo, desconfiado y solitario, al que ha bautizado como Alpha. Pero antes de llegar a este esperado momento, el capítulo nos invita a viajar al origen de esta historia, donde la caza no es sólo una afición, sino una forma de vida heredada.

Desde niño, Rubén ha vivido la pasión por la espera al jabalí como un legado. Aunque su abuelo era un personaje ficticio en su vida, representaba a todos los que le transmitieron el amor por el monte. Entre ellos, destaca su tío Rufino, un auténtico sabio de la naturaleza que pasó de pastor en la sierra a bombero en Madrid, con historias de rescates heroicos, como aquel de 1987 en la calle Montera. Rufino no solo le enseñó a leer el viento o a interpretar huellas, sino también a entender el monte como un ecosistema donde todo está conectado.

Entre visores térmicos y bolsas blancas: el arte de la espera

La caza aquí no es un acto de inmediatez, sino una danza con la incertidumbre. Rubén combina tecnología de vanguardia —como visores térmicos Infiray FH35R y AFO AL25 con telémetro integrado— con métodos caseros como colgar bolsas blancas en el huerto para que los animales se habitúen a su presencia. Este espacio, que es a la vez su despensa y su territorio de caza, simboliza el equilibrio entre la vida rural y la pasión cinegética.

La zona es fértil, con pasto, agua y siembras, pero también está cada vez más invadida por ciervos y otros ungulados que complican la espera. Donde antes no había fauna salvaje, hoy abunda la vida… y los conflictos entre agricultura y fauna silvestre.

El primer encuentro con el Alpha

Una noche, entre el ganado, Rubén detecta un jabalí que se separa del grupo y se enfrenta con actitud dominante. En ese gesto, lo reconoce: es Alpha. Decide seguirlo y diseñar una estrategia para interceptarlo en su ruta hacia una vega cruzada por un viejo canal de riego.

El capítulo cierra con una escena de alta tensión: Rubén, ya en la espera, escucha un crujido, ve una figura con la térmica que parece un simple bulto… pero se mueve. Es él. Se aproxima con precaución, se detiene, bebe, se oculta… y Rubén sabe que el momento está cerca. Pero la historia, como todo buen rececho, continúa en el próximo capítulo.