Más que un trofeo: el arruí como símbolo de biodiversidad y conflicto
En el segundo capítulo de Cazando con Ciencia, titulado «Arruí, el superviviente que vino del Atlas», el documental nos lleva hasta el sureste peninsular —con especial foco en la Región de Murcia y Sierra Espuña— para abordar la compleja realidad que rodea a una de las especies más polémicas de nuestra fauna: el arruí (Ammotragus lervia). Introducido en los años 70, este ungulado norteafricano ha pasado de ser un motor económico y atractivo cinegético internacional a convertirse en un objetivo prioritario de campañas ecologistas que lo acusan de especie invasora.
Durante más de 50 años, el arruí ha sido gestionado, cazado y admirado como un trofeo único en libertad en toda Europa, hasta que su inclusión en el catálogo de especies exóticas invasoras provocó una oleada de incertidumbre. El documental analiza la ausencia de consenso científico sobre su impacto real, contraponiento estudios que lo acusan de competir con la cabra montés (Capra pyrenaica) o dañar flora protegida, frente a otros que destacan su papel complementario en el ecosistema y su comportamiento más próximo al de especies pasadoras como la oveja que al de otros ungulados salvajes.
Rececho, estudios y cocina: el arruí, en primera persona
En plena jornada de caza selectiva, los protagonistas observan cómo cabras monteses y arruís conviven en la misma zona sin conflicto aparente. También relatan las dificultades económicas que ha supuesto la restricción de su caza: pérdida de socios en sociedades locales, reducción de ingresos para ayuntamientos, e incluso desaparición de grandes machos que antaño atraían cazadores extranjeros cada temporada.
El documental da voz a gestores, científicos y cazadores, y deja clara una idea: no se puede condenar al arruí sin antes conocerlo y gestionarlo con criterio. Mientras tanto, en las cocinas del proyecto, el arruí también es protagonista. Se presentan elaboraciones como raviolis con estofado de arruí y postres inspirados en la cocina tradicional murciana, demostrando que esta especie también tiene un lugar en la gastronomía cinegética sostenible.
Una especie que alimenta, regula y resiste
Los investigadores entrevistados apuntan que el arruí podría estar ocupando un nicho ecológico vacío, especialmente tras la desaparición del pastoreo extensivo. Su presencia contribuye a reducir el combustible vegetal en zonas propensas a incendios, como Sierra Espuña, actuando como «ingeniero del ecosistema». Una función que muchos olvidan cuando sólo se debate en términos administrativos.
Frente a la tensión política, el capítulo termina con una llamada al diálogo: el arruí no es el culpable, sino el reflejo de una falta de consenso sobre cómo gestionar la fauna introducida en nuestro país. Convertido en estandarte de conflictos ideológicos, este carnero del Atlas sigue resistiendo —como puede— en las sierras del sureste español.
