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La caza es clave para conservar la biodiversidad, según la mayor convención internacional sobre fauna salvaje

La caza de trofeos bien gestionada no solo es compatible con la conservación, sino que puede ser una herramienta eficaz para proteger especies y hábitats. Así lo ha afirmado la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que ha reunido a 183 países en su última conferencia trienal celebrada en Johannesburgo.

Una resolución histórica con respaldo internacional

En el marco de la 17ª Conferencia Mundial sobre Vida Salvaje, los estados miembros adoptaron por unanimidad una resolución que reconoce expresamente el valor conservacionista de la caza de trofeos. El texto subraya que esta práctica, cuando se lleva a cabo de forma sostenible y controlada, aporta incentivos económicos directos a las comunidades rurales y beneficios medibles para la conservación de especies y hábitats.

La resolución —promovida por la Unión Europea y Sudáfrica— refuerza la idea de que el comercio de trofeos puede ser una herramienta positiva cuando cumple con rigurosos criterios de legalidad, trazabilidad y sostenibilidad, tanto en países exportadores como importadores.

Incentivos, biodiversidad y comunidades locales

Entre las principales recomendaciones, se insta a los países a asegurar que la caza de trofeos revierta en beneficios reales para las poblaciones locales y se utilice como mecanismo de conservación, especialmente en el caso de especies incluidas en el Apéndice I de CITES —las más amenazadas—.

El documento también invita a revisar posibles restricciones excesivas que algunos países occidentales han impuesto recientemente, a menudo impulsadas por críticas infundadas o desinformación sobre el verdadero impacto de la caza legal y controlada.

El ejemplo del rinoceronte negro

Uno de los ejemplos más ilustrativos citados en la convención es el del rinoceronte negro, especie incluida en el Apéndice I. La caza de trofeos, bajo estrictas condiciones, ha sido el único comercio legal permitido para esta especie, y se ha demostrado esencial para su recuperación. Diversos estudios científicos lo avalan, demostrando que el valor económico generado por la caza bien gestionada se reinvierte en la protección y expansión del hábitat.

Una llamada a la coherencia internacional

El texto final aprobado por los 183 países insta a las partes a tener en cuenta los beneficios socioeconómicos y ecológicos de la caza antes de tomar decisiones que afecten a su regulación o prohibición. Se subraya su papel como incentivo positivo para las comunidades rurales, que de otro modo podrían no encontrar razones suficientes para conservar especies salvajes frente a amenazas como la agricultura intensiva, la caza furtiva o la pérdida de hábitat

La resolución adoptada por CITES supone un respaldo internacional a la caza como herramienta de conservación, desmontando mitos y aportando un enfoque basado en evidencia científica y resultados reales. Frente a discursos ideológicos o desinformados, la comunidad internacional apuesta por una gestión racional de la vida salvaje, donde la caza puede —y debe— jugar un papel constructivo.

Puedes consultar la resolución íntegra (en inglés) aquí:
https://cites.org/sites/default/files/document/E-Res-17-09.pdf

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