SIN COBERTURA | Ep. 1 El corzo de la montaña del silencio

Escapar del ruido y encontrar el pulso del monte. Eso es lo que busca Fernando Álvarez de Sotomayor cada vez que deja atrás Madrid y se adentra en la montaña. Allí no hay cobertura, pero sí conexión con lo esencial. En este primer episodio de Sin Cobertura, nos lleva a una aventura de caza de corzo (Capreolus capreolus) en los pinares de León, armado con su Ruger American Generation 2 Predator y acompañado por unos prismáticos Bushnell que no fallan ni con la niebla cerrada.

Un rececho entre robles, niebla y decisiones difíciles

No se trata de trofeos, sino de decisiones. La jornada comienza como tantas otras: tienda de campaña, botas húmedas y café de hornillo. Pero en este escenario no hay poses para redes sociales. Aquí manda el monte. El rececho se convierte en una experiencia casi mística: ver más allá de cien metros es un privilegio, y cada sombra entre los robles puede ser un corzo… o solo una rama más. Fernando lo sabe y avanza con paso medido.

Durante la mañana, localiza un corzo selectivo con una cuerna deformada. Podría haber disparado, pero decide no hacerlo. Esa renuncia consciente marca el tono de toda la historia. La lluvia y la niebla le obligan a retirarse. Pero tras la pausa, el monte se abre de nuevo. En la siguiente salida, todo sucede en segundos: el corzo aparece como caído del cielo, y el disparo limpio rompe el silencio de la ladera.

Cazaflix corzo serie Sin Cobertura
© Israel Hernández

El animal huye con dignidad, como sólo lo hacen quienes saben que han perdido pero no se rinden. Fernando no grita ni corre. Solo respira, se acerca al animal abatido y lo honra en silencio. La imagen final es poderosa: el corzo yace entre jaras, con la cabeza alta, como si incluso en la muerte se negara a rendirse del todo.

Entre el monte y el 4G: lo que la caza moderna exige

Pero la historia no acaba ahí. El cazador se enfrenta a un obstáculo inesperado: el nuevo sistema digital de precintos en Castilla y León, que exige cobertura para enviar la geolocalización y la foto. Y allí, donde el corzo ha caído, no hay ni una raya. Solo el canto de un pinzón. Tras varios intentos y una tímida señal, logra completar el trámite legal. El monte habla otro idioma, y la tecnología aún no lo entiende.

Mientras repasa el equipo, Fernando reflexiona sobre lo vivido. No ha sido solo una jornada de caza: ha sido una lección de paciencia, respeto y silencio. No siempre se caza cuando se mata, ni se mata cuando se caza. Hoy el monte ha hablado, y Fernando ha sabido escuchar.

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