Batidas en Suecia | Capítulo 2

Tormenta, nieve… ¡y cochino sueco al suelo! Una jornada de batida inolvidable en los bosques del norte

Una expedición extrema, un lance complicado y un trofeo que quedará para siempre en la memoria. Así se resume este segundo capítulo de Batidas en Suecia, donde el cazador nómada Luis de la Torriente nos sumerge en una experiencia cinegética tan desafiante como emocionante, en el corazón de los bosques suecos y bajo condiciones climáticas adversas.

El mérito está en llegar… y aguantar

A más de 3.000 kilómetros de casa y con una tormenta de nieve encima, el equipo consigue abatir un guarro rojo autorizado, de menos de 80 kilos. No es el más grande, pero sí un ejemplar muy deseado en este tipo de cacerías, reguladas al milímetro. Como bien destaca Luis, el valor de esta jornada no está en el tamaño del animal, sino en el esfuerzo colectivo para llegar tan lejos y seguir disfrutando de la caza internacional con responsabilidad y pasión.

Con dos batidas previas ya completadas, el marcador parcial se sitúa en 19 animales abatidos, entre ellos 11 jabalíes y 4 venados. Un balance notable para una expedición que sigue creciendo en intensidad.

Lances rápidos, decisiones difíciles

En medio de un discurso a cámara, una pelota de venados irrumpe inesperadamente. Pero el cazador decide no disparar: la distancia, el entorno boscoso y la seguridad mandan. Poco después, llega la oportunidad definitiva. Un jabalí entra dudando, en un ángulo complicado y bajo la nieve. Tras momentos de incertidumbre —no se distingue bien si es macho o hembra—, reciben la instrucción de disparo y abaten el animal a unos 60 metros.

Antes, habían dejado pasar un grupo de 25 venados, incluyendo un macho espectacular, pero estaban demasiado lejos. Esta ética de caza, basada en el respeto al lance y a las piezas, marca todo el capítulo.

Tecnología y tradición en equilibrio

Para este viaje, Luis confía en un equipo técnico de primer nivel: rifle Merkel, visor Aimpoint Acro 2 y munición Hornady. Una combinación que, como él mismo afirma, “no falla” en estas condiciones tan exigentes.

La caza geográfica: una forma de entender el mundo

El vídeo concluye con una reflexión del propio Luis de la Torriente, quien se define como “cazador nómada”. Al margen del trofeo, lo que le mueve es descubrir nuevas culturas, paisajes y formas de entender la caza. Esta serie no es solo un relato cinegético: es una invitación a explorar el mundo a través de la caza responsable, acompañado siempre de amigos que comparten esa misma pasión.

Compártelo

Relacionadas

Scroll al inicio