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Batidas en Suecia | Capítulo 1

Bosques nevados, reglas distintas y respeto máximo: así es la caza en Suecia en pleno invierno

Una batida distinta, en un entorno extremo y con otra forma de entender la caza. Así arranca el primer capítulo de Batidas en Suecia, donde el cazador nómada Luis de la Torriente se adentra en la nieve profunda del norte para vivir una jornada tan diferente como enriquecedora. Paisajes de cuento, caza tranquila y normas muy estrictas marcan el ritmo de esta primera entrega.

Caza desde lo alto… y con mucha paciencia

La acción comienza en lo alto de una torreta, rodeados de nieve hasta las rodillas y bajo una nevada constante. La batida, muy distinta a las ibéricas, se organiza con cuatro o cinco perros silenciosos que mueven la caza despacio, sin voces, dejando que los animales entren con calma al puesto.

El puesto elegido ofrece unos 50 o 60 metros de visibilidad entre ramas, lo que obliga a extremar la precaución con el disparo. Y pronto llegan las primeras emociones: dos grandes cochinas pasan por delante, pero están protegidas, así que se las deja marchar, fiel al respeto que impera en esta cultura cinegética.

No todo es disparar: también es observar

Más adelante, entra un grupo de tres cochinas más y varios gamos, aunque ninguno ofrece una opción clara de lance. El vídeo lo refleja con una reflexión importante: no siempre es necesario disparar para disfrutar de la caza, y este entorno nevado ofrece un espectáculo que justifica cualquier espera.

Vareto abatido y lecciones aprendidas

En el segundo puesto del día, la suerte cambia. Aparece un vareto de gamo, que es abatido y confirmado por el guía. Este lance sirve para explicar el curioso sistema de cupos sueco: se permite cazar venadas, jabalíes hasta 80 kg, navajeros, hembras de gamo y crías, pero está totalmente prohibido disparar a hembras adultas de jabalí.

La razón sorprende: en Suecia se abate primero a la cría, para evitar dejarla huérfana si el cazador falla a la madre. Todo lo contrario a la lógica española, donde se priorizan los kilos de carne.

La caza como forma de conocer el mundo

Luis concluye con una declaración de intenciones: mostrar su lado más viajero. A través de la “caza geográfica”, este proyecto no busca solo lances, sino compartir culturas, paisajes y aprendizajes. Con amigos que comparten su misión, invita al espectador a descubrir el mundo con mirada cinegética y respeto por cada detalle.

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