Una expedición al corazón del Himalaya que lo pone todo a prueba
Ni el frío extremo, ni los desprendimientos, ni los 85 kilómetros a pie logran frenar a este grupo de cuatro cazadores españoles que se adentran en Shimshal, uno de los lugares más remotos de Pakistán, en busca del mítico blue sheep (Pseudois nayaur). Lo que empieza como un viaje cinegético, se convierte muy pronto en una experiencia de supervivencia extrema, narrada con crudeza y humor.
Retraso, controles y confiscaciones: así arranca la aventura
Desde el primer minuto, el vídeo muestra las dificultades logísticas de esta cacería: vuelos cancelados, horas interminables en vehículos todoterreno y controles fronterizos donde les confiscan jamones y embutidos. Todo para acceder a un territorio de caza situado a más de 4.000 metros de altitud, a escasos kilómetros de Afganistán, acompañado por más de 20 sherpas y varios expertos locales.
Trekking entre memoriales y hielo: la montaña no perdona
El recorrido incluye pasos donde han muerto cazadores en años anteriores. Los memoriales improvisados, el hielo en las botellas de agua y los campamentos a temperaturas de -18 °C ponen en contexto la dureza física y psicológica del reto. Cada etapa exige esfuerzo: desde el pueblo de Shimshal hasta el último campamento base, todo se hace a pie, sin caballos.
Altura, viento y disparos imposibles
Los cazadores comienzan los recechos tras varios días de aclimatación. Ven los primeros blue sheep, pero el viento, la altitud y las distancias (más de 500 metros) impiden el éxito inmediato. Las condiciones no dan tregua: oxígeno reducido un 40 %, cuerpos agotados y un equipo que lucha por mantener el ánimo.
Éxito, emoción y lágrimas a 4.200 metros
En uno de los momentos más intensos del documental, Jesús abate un ejemplar selectivo tras varios días de esfuerzo. El equipo rompe en aplausos y abrazos. Poco después, otro miembro logra también el objetivo, cerrando una experiencia que va mucho más allá del trofeo: es un homenaje a la resistencia, el compañerismo y el amor por la montaña.
Conclusión: una caza de montaña que deja huella
El documental no es solo una oda a la caza salvaje, sino también un retrato sincero de lo que significa vivir una expedición extrema: logística caótica, frío glacial, esfuerzo físico al límite y, pese a todo, una recompensa que no cabe en el morral. Esta es la caza de alta montaña en su versión más cruda, auténtica y real.