El trágico suceso tuvo lugar en la concesión de caza de Bambisana, durante una expedición organizada por el reconocido operador Coenraad Vermaak Safaris. Asher Watkins, texano de 52 años y apasionado cazador con décadas de experiencia en safaris africanos, fue embestido a gran velocidad por un búfalo cafre (Syncerus caffer) de 1.300 kilos mientras intentaba abatirlo.
El animal, conocido entre los guías como «La Muerte Negra» por su historial letal, irrumpió desde la maleza a 56 kilómetros por hora, sin dar opción de reacción. La embestida fue directa y mortal: una cornada en el pecho provocó heridas irreversibles antes de que el equipo pudiera intervenir. Watkins falleció en el acto, según confirmaron fuentes cercanas a la organización.
Una caza planificada que terminó en tragedia
La expedición estaba meticulosamente planificada, como todas las que emprendía el cazador norteamericano. Empresario del sector inmobiliario rural y figura conocida en redes sociales por sus safaris, Asher Watkins se encontraba en el continente africano acompañado de su hija de 16 años, Savannah, y su exesposa, Courtney, quienes esperaban en el lodge al momento del ataque.
«Savannah era su mundo. Cada cacería la compartía con ella, aunque solo fuera al volver, contándoselo todo», declaró un amigo cercano tras conocerse la noticia. Sus perfiles sociales, repletos de imágenes cinegéticas con dedicatorias a su hija, son ahora un recuerdo congelado de su intensa relación con la caza y con su familia.
El búfalo cafre: más mortal que el león
Los búfalos cafres, incluidos entre los Big Five africanos, son responsables de más muertes de cazadores que los leones en el continente. Las autoridades sudafricanas registran hasta 200 ataques anuales, la mayoría provocados por reacciones impredecibles del animal cuando se siente amenazado o herido.
Un veterano guía de la zona advirtió tras el suceso: «Ni la experiencia ni la fortuna te protegen cuando la naturaleza reclama su deuda». El caso de Watkins es un recordatorio brutal de que en África, el cazador también puede convertirse en presa.
Muere cazador embestido por búfalo: una frase que vuelve a repetirse en los registros africanos, pero que esta vez ha dejado una huella especial por el perfil del protagonista y por la violencia del ataque.

