La noche en la que cayó el macareno del encinar: una espera salvaje en plena montanera
Una fría noche de noviembre, en una vega encinada y húmeda del interior peninsular, fue el escenario perfecto para un encuentro inesperado: el de un viejo y esquivo macareno que dejó de ser sombra para convertirse en recuerdo imborrable.
«Nos acompañarán las cabras, pero el que buscamos es él»
Las primeras luces se apagan y la vega cobra vida. El cazador, Rubén, ha elegido con precisión un puesto en altura, entre romeros, desde el que domina un encinar generoso en bellota, gracias al riego natural del arroyo y al paso frecuente del ganado. En esa mancha se mueve desde hace semanas un macareno, astuto y sin querencia fija, del que sólo se tienen rastros y sospechas.
La cámara térmica Pulsar Merger XP50, recién salida al mercado, se pone a prueba en esta espera. Su calidad de imagen y funciones avanzadas permiten distinguir con nitidez cada animal, incluso a distancia, entre ellas ciervas, cabras montesas (Capra pyrenaica) y varios grupos de hembras de jabalí (Sus scrofa) con primales.
Cuando el macho baja la guardia
Durante horas, el campo muestra su ritmo nocturno. La imagen térmica, con sensibilidad inferior a 25 mK y alcance de hasta 1.800 metros, permite confirmar que ninguno de los jabalíes es el esperado. Pero de repente, todo cambia: una silueta que parecía una hembra revela su verdadera identidad. Es él. El macareno. Lo delatan sus testículos y su tamaño imponente. Bajó siguiendo a dos hembras en celo y, por primera vez, dejó de tomar precauciones.
Un lance que se graba con el corazón… y en alta definición
El momento no se desperdicia. Rubén reacciona con precisión y culmina un lance cargado de emoción. Gracias a la función de captura de imagen del térmico, el instante queda registrado en vídeo y transferido al móvil con la app Stream Vision 2. Una historia de pasión, tecnología y monte que ya forma parte de la memoria de cualquier cazador.