Hay jabalíes que se sueñan más de lo que se cazan. Viejos, esquivos, imposibles. Macarenos que han burlado decenas de esperas y que caminan como fantasmas entre las sombras. Uno de ellos protagoniza este emocionante vídeo grabado por el equipo de Jara y Sedal, donde el esperista Tomás Romero, con más de 20 años de lances a sus espaldas, se enfrenta al animal que le ha quitado el sueño durante más de un centenar de noches.
En una luna llena de febrero, sin preparación previa y en una finca abierta de La Mancha, Tomás se sienta con un único objetivo: probar por primera vez el nuevo rifle Sauer 505 Carbono, presentado semanas antes en Alemania. Lo que no sabe es que esa noche, el destino le tiene preparada la espera más inolvidable de su vida.
Un viejo jabalí, un rifle nuevo y una noche de luna
Desde los primeros compases del vídeo, se transmite el ambiente clásico de una espera verdadera: revisión de bañas, dudas sobre el viento y la ubicación, rastros que aceleran el pulso. Sin cámaras térmicas ni cebaderos controlados. Solo experiencia, campo y paciencia.
Tomás decide colocarse en un comedero poco visitado, protegido del viento. Y cuando la luna se alza, aparece una piara. Gracias a la luz natural, puede observar sin linterna… y entonces lo ve: un guarro enorme, de silueta inconfundible. ¿Será el jabalí que lleva años esquivándole? La tensión sube. No hay margen para errores. Aprieta el gatillo y el animal huye.
Lo demás es suspense. Rastro de sangre, dudas, espera prudente y, finalmente, el hallazgo: el jabalí de las 100 lunas ha caído. Un animal impresionante, en una finca sin cerco, y fruto de una espera no planificada.
El Sauer 505: precisión, silencio y tecnología al servicio del cazador
Más allá del lance, el vídeo sirve como prueba de campo para el Sauer 505 Carbono, un rifle de cerrojo que combina ingeniería alemana con ligereza y rapidez. Tomás destaca su seguro silencioso, cerrojo suavísimo, sistema de desmontaje rápido y posibilidad de ajustar la presión del gatillo de forma instantánea. La acción acortada en un centímetro permite recargar con velocidad, algo vital en aguardos donde el segundo disparo puede ser decisivo.
El equipo se completa con un visor Blaser B2 3-18×50, con una transmisión de luz superior al 92 %, amplio campo visual sin efecto túnel y sistema de monturas Blaser, fiable y fácil de montar.