Así comienza el viaje de Mario para comprender a fondo al duende del bosque
Con humildad, pasión y muchas ganas de aprender, Mario, un joven cazador, se lanza al campo con un propósito claro: entender al corzo en toda su complejidad. Tras años como morralero junto a su padre, decide emprender un proyecto personal con un enfoque formativo y divulgativo, acompañado por algunos de los mayores expertos en gestión y caza del Capreolus capreolus.
Este primer capítulo nos sumerge en un relato cargado de emoción, conocimiento y preguntas necesarias para el futuro de la especie. El protagonista ha leído, preguntado, practicado en el campo de tiro y afinado su equipo con un único objetivo: prepararse para una caza ética y consciente.
El corzo, una especie diferente
A lo largo del vídeo, se desgrana lo que hace del corzo una especie tan especial. Territorial, ecológico y de paso casi invisible, el corzo no arrasa ni deja huella en el monte. Su presencia es sutil, y su expansión, cauta. Esta característica lo diferencia de otros cérvidos como el ciervo (Cervus elaphus), cuya gestión masiva contrasta con la delicadeza que requiere el corzo.
Uno de los expertos señala cómo las costumbres del corzo son repetitivas: puede salir todos los días por el mismo claro, a la misma hora. Pero también cómo pequeños factores como un cambio de viento o la presencia de un pastor pueden desbaratar esos patrones.
Crítica a la gestión actual y claves para el futuro
El vídeo también pone sobre la mesa una crítica profunda a la falta de planificación en la gestión del corzo en España. Se denuncia que, a pesar de su expansión, no existe un control adecuado de las hembras ni un sistema de selección eficaz. Esto provoca desequilibrios poblacionales y un aumento de enfermedades como la larva Oestrus ovis.
Se insiste en que la caza del corzo debe centrarse en el rececho, y que las corzas jóvenes son más apropiadas para el control poblacional que las adultas experimentadas, cuya sabiduría ecológica no debe desperdiciarse. Además, se denuncia el mal uso de los precintos y cómo las malas prácticas dañan el prestigio y la eficacia de la caza de corzos en muchas zonas del país.
Un mensaje que va más allá de la caza
El capítulo concluye con una reflexión de Mario sobre el papel de la caza en el siglo XXI. Para él, ir al monte es reconectar con el lado más ancestral del ser humano, lejos de ciudades artificiales. La caza es cultura, es respeto, y es también una herramienta para evitar que sea la naturaleza la que imponga su regulación con pandemias o enfermedades.
El corzo no es solo una especie cinegética: es un símbolo de lo que deberíamos proteger y entender mejor.