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Las 7 claves que debe tener en cuenta un cazador antes de comprar un todoterreno de segunda mano

Vehículo todoterreno.

Vehículo todoterreno. © Shutterstock

Comprar un todoterreno usado para cazar no es como adquirir un coche normal. Quien pisa el monte sabe que su vehículo es una herramienta más de caza, expuesta a barro, piedras, pendientes imposibles y tirones de remolque. Por eso, antes de firmar, conviene mirar mucho más allá del brillo de la carrocería o el número de kilómetros. Aquí van siete aspectos clave que todo cazador debería valorar antes de comprar un 4×4 de segunda mano.

1. Tracción total real y reductora: imprescindibles

No todos los vehículos con aspecto campero son verdaderos 4×4. Muchos SUV modernos ofrecen tracción total conectable, pero carecen de reductora, lo que los hace inviables para afrontar zonas complicadas o remolcar sin sufrir. Un buen coche para cazar debe contar con tracción total permanente o conectable y reductora mecánica. Si lleva bloqueo de diferencial, mejor aún.

2. Historial de uso

No hay que temer a un coche con años si ha tenido un uso coherente. Muchos cazadores prefieren coches que han trabajado en el campo antes que uno urbano con menos kilómetros pero lleno de defectos ocultos. Pide siempre el historial de revisiones y observa los bajos: si hay óxido o reparaciones chapuceras, desconfía.

3. Chasis y suspensiones

Lo que distingue a un coche para el monte es su chasis. Los vehículos con bastidor independiente (como el Nissan Patrol, Toyota Land Cruiser, Mitsubishi Montero o Santana) resisten mejor los esfuerzos de la caza. Mira el estado de los amortiguadores, los brazos de suspensión y los silentblocks. Si notas ruidos metálicos al girar o baches mal absorbidos, puede haber un problema.

4. Neumáticos, llantas y repuesto

Los neumáticos hablan. Un coche con ruedas mixtas o de tacos, con desgaste homogéneo, suele haber tenido un uso lógico en el campo. Si lleva ruedas lisas o deportivas, mal asunto. Revisa que el repuesto esté en buen estado y que el gato y la llave funcionen. En el monte, quedarse tirado es algo más que un engorro.

5. Interior austero, pero funcional

Para cazar no se necesitan lujos, pero sí una cabina fácil de limpiar, con plásticos resistentes y sin electrónica innecesaria. Cuanta menos electrónica, menos quebraderos de cabeza. Un detalle importante: revisa que el aire acondicionado funcione. Aunque no parezca prioritario, tras una jornada de rececho o montería, lo agradecerás.

6. Motor y caja de cambios

Al arrancar en frío, el motor debe hacerlo sin tirones ni humos raros. En diesel, los inyectores, la bomba y el turbo son puntos críticos. En gasolina, revisa el encendido y las bobinas. En la prueba de conducción, presta atención a la transición de marchas, al uso de la reductora y al comportamiento en pendientes pronunciadas.

7. Equipamiento extra: valora lo realmente útil

Baca, gancho de remolque, snorkel, protectores de cárter o faros auxiliares son elementos valiosos… si están bien instalados. Desconfía de vehículos con muchas modificaciones caseras o tunings extremos: muchos han sido castigados sin piedad. Lo ideal es encontrar un coche bien mantenido, con lo justo y necesario para el campo.

El consejo final: que no te deslumbre el capó

Un 4×4 de segunda mano puede ser una compra excelente para cazar, siempre que se revisen los puntos clave y no se confunda el aspecto con la sustancia. Lo importante es que responda cuando más lo necesitas: con barro hasta los ejes, a 20 kilómetros del pueblo y con un corzo en el maletero.

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