Muchos creen que la caza es un reducto del pasado, algo testimonial que apenas tiene impacto más allá del monte. Pero un informe presentado en Madrid acaba de dinamitar esa idea: el PIB que genera la caza en España alcanza los 10.190 millones de euros anuales, lo mismo que mueve toda la industria textil del país. Y no, no lo ha dicho ningún lobby cinegético: lo firma Deloitte con el respaldo del Ministerio de Agricultura.
La presentación se celebró este 24 de junio en el Centro Abante de Madrid, durante la Gala de Fundación Artemisan. El encargado de desgranar los datos fue el economista y escritor Fernando Trías de Bes, que calificó el estudio como «fabuloso y demoledor». No es para menos: la actividad cinegética no solo cuadruplica los empleos del sector editorial, sino que también aporta al Estado más que todas las matriculaciones de coches.
No lo verás en las noticias… pero los números son claros
La caza genera más de 199.000 empleos si se suma el empleo directo, indirecto e inducido, y más de 1.200 millones de euros en ingresos públicos. La cifra supera la recaudación total de impuestos por la matriculación de automóviles en España. A esto se suma otro dato clave que casi nadie menciona: el turismo cinegético genera el doble que el mismísimo Camino de Santiago.
Trías de Bes, que no es precisamente un habitual del mundo cinegético, lo dejó claro: «Cuando hay que debatir sobre cosas que pueden ser controvertidas, no se puede hacer demagogia, hay que tener rigor».
Dinero, medio ambiente y pueblos vivos
Aparte de los números, el informe también pone sobre la mesa el papel de la caza en la conservación del medio ambiente. Cada año se invierten 320 millones de euros en actuaciones para mejorar y preservar hábitats. Son fondos privados que, en muchas ocasiones, suplen carencias de la Administración y evitan que ciertas especies desaparezcan o que los accidentes por fauna se disparen.
Y hay más: el estudio remarca el papel que juega la actividad cinegética en la lucha contra la despoblación, al sostener empleos y actividades en comarcas rurales. En muchas de ellas, es la caza la que mantiene la hostelería, los alojamientos y los negocios de servicios funcionando.
Una gala para reivindicar el papel del campo
Durante la gala de Fundación Artemisan, presentada por el periodista José Ribagorda, se celebraron varias mesas de debate en las que participaron entidades, administraciones y representantes del sector. El broche de oro fue la entrega del IV Premio de Periodismo Mundo Rural, un reconocimiento que pone en valor a quienes, desde los medios, no miran al campo por el retrovisor.
Pero el verdadero protagonista fue el estudio. Trías de Bes lo definió como un análisis «sistémico», que no se queda en cifras aisladas: «Te hace entender si una actividad mejora o no el ecosistema social y económico». Su respuesta fue clara: «La conclusión es apabullante». El mensaje, aunque incómodo para algunos, ya está encima de la mesa: España es mejor con caza que sin ella.