Finalmente llegó ese día que había estado soñando durante tanto tiempo. Llevaba mucho tiempo sabiendo que un rifle monotiro es el arma perfecta para la caza de rececho y espera, y que sería todo un acierto hacerme con él. El monotiro Blaser k95 Stutzen Black Edition siempre había sido mi sueño y se acababa de tornar en realidad pudiendo además dar caza a un tremendo jabalí en un paraje de película. También ha sido la primera vez que he necesitado la ayuda de Candela, mi sabueso de baviera, para dar con el enorme cochino. Cazar un jabali grande, de este porte, siempre te deja un sabor de boca especial. A mayores estrenaba el nuevo visor Kahles 2-10 x 50i haciendo uso en el diparo de su punto rojo lo que me ayudó a precisar en la oscuridad, por lo que no podía ser un día más completo.