El tiro español ha cerrado la temporada de la mejor manera posible: arrasando en el Mundial de Compak Sporting disputado en Signes (Francia). Del 21 al 24 de agosto, casi 800 tiradores de todo el planeta se dieron cita en una de las pruebas más duras del calendario. Y ahí, España volvió a demostrar que juega en la liga de los grandes.
La gran protagonista fue Beatriz Laparra, que volvió a hacer historia. Con 192 platos derribados, se proclamó campeona del mundo y selló un doblete soñado tras conquistar también el Mundial de Recorridos de Caza en Chipre. Una hazaña que consolida a la almanseña como la mejor tiradora de todos los tiempos.
Rafa Martí roza la gloria
No fue la única medalla. Rafael Martí firmó una actuación de infarto en categoría senior y se colgó la plata tras un desempate brutal: 193 platos más 22 en la ronda definitiva. Un subcampeonato que sabe a gloria y que confirma la fuerza de España en el tiro internacional.
En la clasificación femenina, junto al oro de Laparra, el equipo español sumó la plata por equipos gracias a Jennifer Román y Antonia Torre, con un total de 542 platos. Su regularidad las llevó hasta el podio en una competición marcada por la máxima igualdad.
Los juniors pisan fuerte
La cantera también respondió. Kilian Beltrán, Raúl Paniagua y Francisco Rosa conquistaron el bronce junior por equipos con 551 platos, solo por detrás de Francia y Gran Bretaña. Un aviso claro: el futuro del tiro español está garantizado.
El combinado absoluto masculino peleó con uñas y dientes y acabó sexto en una categoría de altísimo nivel. Y en veteranos, Miguel Ayela rozó el podio con un séptimo puesto muy meritorio.
Un final de temporada soñado
Desde la RFEC no ocultaron su orgullo: «Estos resultados son fruto del esfuerzo, la preparación y el compromiso con el tiro deportivo y con nuestro país». Con el Mundial de Signes se pone fin a una temporada internacional que pasará a la historia… y que deja claro que España apunta todavía más alto para 2026.

